Publicado en el Diario Montañes 10 de Febrero de 2010

No Somos tontos
 

Cuesta aceptar la improvisación a que nos tiene acostumbrados nuestros gobernantes y como tal, me cuesta asimilar que a pesar de haber empezado mi vida laboral muy joven, me va a tocar hacer veinte meses más de prórroga. Me duele que a nuestros diputados les baste con once años en el Congreso para garantizarse un retiro dorado el sol de la pensión máxima; dicen que la medida fue aprobada con el voto a favor de todos. Pienso que la medida que pretende adoptar el gobierno es lal más fácil de todas; en tiempos de vacas flacas y un horizonte laboral cada vez más inseguro para qué preocuparnos si hasta el ministro de trabajo reconoce que la economía sumergida está resucitando gracias a la crisis, y nos dice sin bajar la mirada, que puede ser entre un 16 y el 20 % del PIB (200.000 millones de euros), nada menos que seis puntos menos que el porcentaje que formuló la Banca Mundial en el 2007 cuando todavía continuaba el boom de la economía; ni siquiera nuestra Hacienda la que mantenemos entre todos y la más afectada, se atreve a hacer una estimación de la bajada de la recaudación del IVA. Para qué preocuparnos en perseguir la economía sumergida de éste país que se permite hacer chistes de los billetes de 500 euros y donde hasta el dinero tiene diferentes nombres dependiendo de quén te lo pida y luego pretender dar lecciones de economía ante el exclusivo Foro de Davos. Para qué preocuparnos mientras nuestros sindicatos CCOO y UGT reciben una sebvención de 14 millones de euros mensuales con la que se paga puntualmente la nómina de una legión de liberados de empleo, pero no de sueldo dejando de ser organizaciones de trabajadores para convertirse en grupos de presión financiados con dinero público incapaces de sobrevivir con la cuotas de sus miembros, como recordaba hace bien poco el profesor Carlos Rodriguez Braun. Para qué preocuparnos en reducir la nómina de funcionarios que superan ya los 3 millones, lo que representa el 15% de los ocupados y un 26% del gasto público total, ó lo que es lo mismo uno de cada cuatro euros de gasto en la administración va destinado a pagar a los funcionarios. Hoy también le quiero dejar una frese para pensar: ¿Por qué dicen que hay democracia si el gobierno hace lo que quiere? Por que no la hay. Que tenga un buen día.