NO SOLO POR AMOR
Un sábado de Agosto por la mañana que se prevé tranquilo y relajado, me sorprende leer la noticia de que los trabajadores del distrito financiero de Londres esperan resignados que la crisis crediticia produzca un aumento de los casos de divorcio, ya que asústese Usted, las parejas intentarían buscar un acuerdo de divorcio antes de que la desaceleración afecte a la cuenta corriente del cónyuge. Ver para creer!
La crisis aquí también nos muestra el lado más siniestro de la condición humana; el refrán español de “contigo pan y cebolla” desafortunadamente en la era de la tecnología y de la globalización, tiene una lectura cursi y trasnochada y nos obliga, muy a pesar nuestro, a mantener la mirada ante la realidad de una sociedad materialista, carente de sentimientos, aunque excepciones también hay, e incapaz de afrontar y compartir los momentos duros de la vida con valentía.
Los expertos, nos indican que la caída de los salarios y el aumento del desempleo, además de generar mayor estrés, está afectando a la vida privada de muchas personas que ven cómo lo que comenzó sólo por amor está a punto de terminar y lo que en principio estaba bendecido y previsto que durara de por vida, pues lo ha conseguido separar una crisis que algunos muchos se obstinan en llamar desaceleración, ajenos probablemente a los problemas que en cada casa hay de puertas para adentro. Alguien más práctico y que ha cumplido recientemente sus bodas a plata, me dice que cuando el dinero deja de entrar por la puerta, el amor sale por la ventana. No es de extrañar que el único estudio sobre el matrimonio que existe lo escribiera un monje desde su celda, que para más sorpresa nunca durante su vida abandonó el convento.
Quizás el próximo colectivo en sentir las garras del estrés laboral sea el de los abogados matrimonialistas. Tiempo al tiempo.