ENHORABUENA VIJANEROS.
Si la vida no se mide por el número de respiraciones que tomamos, sino por los momentos que nos dejan sin respiración, así me encuentro yo; sin respiración, emocionado (ya sabemos que la emoción no siempre es débil) y agradecido porque al fin la Secretaría de Estado del Ministerio de Turismo ha hecho oficial el reconocimiento a La Vijanera como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Como vecino del pueblo hay mucho en esta fiesta que me recuerda otros tiempos; los más viejos nos recordaban que se estuvo celebrando hasta 1935, sin embargo fue a partir de 1939 cuando se prohibieron las que no se habían perdido. Su categoría de fiesta pagana no era bien vista por el régimen y por una iglesia empeñada en buscar nuestra salvación aquí en la tierra como en el cielo.
Después de algún intento en Arenas de Iguña, desde 1982 La Vijanera llegó a Silió y se quedó para siempre; lo que comenzó siendo un divertimento de unos pocos, treinta años después puede mostrar orgulloso un reconocimiento más allá de las fronteras –hay incluso un traje de zarramaco expuesto en el Museo de los Carnavales del Mundo en la ciudad holandesa de Oeteldonk, y llegó hasta allí nada menos que a petición de su alcalde- de un pueblo acogedor que bien merece una visita no sólo el primer domingo de Enero, sino cualquier día y visitar su recién estrenado museo ó su imponente iglesia del románico en honor de los santos Facundo y Primitivo.
Estoy seguro que Jesús Vélez amigo e impulsor y alguno más que ya no está entre nosotros se sentirían orgullosos de este momento, enhorabuena también a Sergio Balza por su trabajo paciente desde la Asociación, a los zarramacos, al oso (es el único carnaval que lo mantiene entre sus personajes), al húngaro, a los danzarines blancos y negros, a la pepa, la madama, el mancebo, el marquesito, a los viejos también, a el guapo, a los trapaceros y trapajones, al zorrocloco, a la pobre de la preñá, al caballero y a los que “discurren” las coplas, a todos ellos enhorabuena vijaneros!